Tuesday, November 27, 2007

aventura estúpida de día de verano.

Creo que inevitablemente, cada vez que con Harry tenemos que hacer algo, siempre todo termina de un modo idiota. Hace mucho rato que dejé de cuestionarme si yo en el culpable o si lo era Harry, pero lo cierto es que ninguno es culpable y que definitivamente tenemos que asumir nuestro estado de sinergia, porque cuando nos juntamos, cualquier mierda puede pasar.

Así fue como hoy nos dirigimos al colegio Lastarria con la única finalidad de entregar propaganda para un evento que mi querido amigo promociona. Eventualmente una mujer de aproximadamente unos 50 años se nos acercó a la salida del metro, preguntándonos si acaso sabíamos dónde se encontraba dicho liceo. Amablemente le dijimos que nos dirigíamos hacia allá, y que no había inconvenientes en que ella nos acompañara. Mientras caminábamos, la mujer nos comentaba sobre las diferentes manifestaciones que se llevarán a cabo en Argentina con respecto al disgusto generado por cosas como el subterráneo o los taxistas (sobre lo último nunca antes había escuchado nada, pero puedo deducir que se trataba de un movimiento organizado y social que haya logrado generar un cambio importante). Harry no se mostró interesado en lo que la mujer nos habla, pero yo enganché con el tema. Le comenté sobre lo importante que era organizarse para lograr cosas, y repentinamente empezó a hablarme sobre la agrupación de trabajadoras sexuales de Argentina, y su alto nivel de organización. Luego hizo un paralelo con la situación actual en Chile, me habló sobre la anterior dirigente de este movimiento en nuestro país, y cómo ésta se preocupó de cosas que en realidad no pertenecían a la contingencia que en verdad importa. Me hablo sobré convenciones de derechos humanos y la falta de aplicación de ellos en nuestro territorio. En resumidas cuentas, me habló de mujeres, mujeres con necesidades, mujeres que se sienten desvalidas, mujeres solas, mujeres trabajadoras, me habló de mujeres.

De este modo, Harry y yo conocimos a actual dirigente de la agrupación de trabajadoras sexuales de Chile.

¿Cuándo chucha vamos a poder caminar por la calle sin que nos pasen weás divertidas al lolo este y a mi?

Al final, parece que sí somos sinergia, pero somos la sinergia más estúpida que puede existir.

Reportando para el mundo, no.
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Saturday, November 24, 2007

Unos pañuelos pa' la solitaria.

Hace un par de años atrás, estabamos yo con mi amigo-socio-compañero "Royarzún" dando el jugo por la universidad. Recuerdo que habiamos salido temprano de clases, pero por alguna razón seguiamos perdiendo el tiempo ahi, y de a poco el cansancio se iba haciendo presente.
La cosa es que a Royarzún le dio hambre, y como buen estudiante, buscó y juntó algunas monedas y partimos a buscar algo de comer. Creo que el quiosco estaba cerrado por la hora, y la opción era la tipica maquinita de comidas, querida cuando no hay otra fuente de "alimentos", odiada (y golpeada) cuando te los retiene.

Pantrulo: "Ya wn, llegamos... aer que haaay... mmm... no tiene na' esta weá po"
Royarzún: "Wn, ahi hay galletas, al lado de los pañuelos"

No habia por donde perderse. Si bien un paquete de galletas "Din Don" de gamba no es lo más cercano a lo que podriamos definir como un snack suculento, era lo único que la maldita caja ofrecia.

Pantrulo: "Dale compare, sacate unas galletitas"

Lo único que la caja ofrecia... además de los pañuelos.
Mi amigo saca el poco sencillo que tenia, lo hecha en la maquina, ingresa el código magico... C-algo, no lo recuerdo con exactitud.

Pantrulo: "¡Pero wn! ¡¿Qué hiciste?!"
Royarzún: "Loco ¡Te juro que apreté bien la weá...!"

Imaginarán que sucedió. El lado bueno fue que tres días después Royarzún se resfrió y los pañuelitos sirvieron de algo.
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