Nos pilló la revolución!

MISH! Uno se va un mes y medio y se encuentra con esto!

Estoy gratamente sorprendido por la cantidad de post que me encontré, qué bonito que esto repentinamente funcione, aplausos especiales para el resto del staff que lo hizo posible.

Ahora, lo que me convoca.

Para los que no saben, me encontraba en el centro de la revolución: en la toma de la facultad de Derecho de la Chile. Eso sirve para explicar mi ausencia prolongada y mi sorpresa ante tanta publicación. Obviamente la estadía en este lugar me sirvió para preparar varias historias, y no las voy a contar todas de una, pero me gustaría hacer una leve introducción a lo que más adelante se vendrá.

Yo era un joven descarriado por el mundo, por el día comía pan con queso, estudiaba, iba a clases (no a todas, no seamos exigentes), iba a tribunales a ver mis causas, volver a la casa, trabajar y dormir. Para mí no había más mundo que ese (además de las obvias conversaciones de rigor con los UnWeaistas, ese ejército de marmotas con anemia) y eso era, francamente, una lástima. Declaro de antemano que mi estadía en la universidad fue un desencanto total en lo que a política se refiere, puesto que me encontré básicamente con las cosas de siempre: arreglines, alianzas pegadas con chicle, puñaladas por la espalda, cosas de ese corte. En resumidas cuentas, la política universitaria era la antesala de la política de verdad.

Me equivoqué.

Lo que me tocó vivir fue (como dijo un amigo) "la historia en sí", me sentí parte de un órgano vivo, un todo. Profesores y alumnos discutiendo de tú a tú, conversando sobre otras cosas además del derecho, haciendo universidad. Este re-encanto, por llamarlo de una forma, ha sido una de las cosas más bonitas que me pudieron pasar, porque me hizo ver que la política real existe, como existía en mi imaginación de cabro de provincia que quiere irse a la gran ciudad, pero existe a costo de sangre, sudor y lágrimas. Nada fue regalado, todo fue ganado con esfuerzo, todo nos costó (y costará) muy caro. Pero como dijo una vez mi mami, las cosas que más cuesta conseguir son las que más disfrutamos.

Otro punto a mencionar es la tristeza enorme que me genera la sensación a la que temo me enfrentaré mañana. La escuela estará dividida, habrá quienes quieran entrar a clases y quienes quieran apoyar el movimiento sumándose al paro, pero con la curiosidad de que además tendremos sumados al conflicto a nuestros profesores... suena terrible, y lo es. En otra ocasión no sabría si estoy listo para enfrentarme a esto, no quiero problemas, los motivos son tan nobles que no debiera haber peleas... pero en caso de que suceda, agradezco profundamente tener amigos que me apoyen, porque ese es otro de los regalos maravillosos que la toma me dio, amigos leales en los que confiar.

Yo no sé qué sucederá mañana, qué se dirán las personas entre ellas, pero mientras tenga la convicción de que estamos en lo correcto, y a la gente que me apoya junto a mí, que venga el vendaval que sea, que lo paro de pecho.


¡AGUANTE CABROS!


Un abrazo para todos los lectores.


Jano.-